A uno del titulo

El hipotético último partido de Elvis Andrus en la final hará que Magallanes lo extrañe como nunca y Caracas prenda velas para que se vaya bien lejos. Antes del cotejo dijo que deseaba ayudar a su bando a llevarse el quinto asalto, “el más importante”. No es que ayudó, es que fue imprescindible. El bigleaguer caraqueño probó su valor y certificó su talento. Por algo banqueó a Omar Vizquel, el mejor torpedero de las últimas dos décadas. Por algo los Rangers de Texas le confiaron las paradas cortas a los 21 años. Por algo quedó segundo en la votación para el Novato del Año de la Liga Americana."Fue un gran juego para mí y para el equipo. Estoy muy contento por haber respondido en un cotejo tan importante", dijo Elvis, que terminó de 4-3, con cuadrangular, dos de las tres anotadas del club y una defensiva de Grandes Ligas. Nada menos.

"Mostró el nivel que hemos esperado de él siempre, será difícil reemplazarlo", apuntó el manager García.

Pero lo de Andrus pudo quedarse en el olvido de no ser por la soberbia actuación de Raúl Valdés. El cubano fue nocivo para el Caracas con sus siete ceros, que aunados a los del primer juego lo catapultan como el pitcher de la final hasta ahora. "Siempre trabajo fuerte, pero no me esperaba una actuación así. Mantuve la pelota bajita y eso me ayudó mucho", soltó Valdés, quien superó a su contraparte Ramón Ortiz, perdedor de dos de los tres juegos de la final. Lo que sí llegó fue la venganza del Kid, tal cual como una película. Francisco Rodríguez expuso la mejor arma que puede tener un cerrador de su jerarquía: la mental. Después de ser el blanco de todas las bromas caraquistas, tras permitir el jonrón de Gregor Blanco en la víspera, devolvió el golpe con un inning perfecto, de puro dominio y dinamita.

"Me confié contra Gregor, aunque debo darle mucho crédito. Ahora vine más agresivo y allí estuvo la diferencia", dijo el Kid, quien ha cerrado las tres victorias del Magallanes en esta justa. "Hay que matar el jueves, hay que ir con esa mentalidad a Valencia".

Allá el Caracas deberá responder por partida doble, tal como se lo hizo Aragua en la temporada pasada. Para lograrlo, tendrán que fajarse con un equipo que a pesar de las deserciones, siempre ha conseguido la vía para responder.