Más allá de que todos dicen que sólo está clasificado Brasil, nosotros decimos que también lo están Paraguay y Chile, ya que ambos alcanzaron la marca de 27 puntos, es decir, la mínima indispensable para sentirse dentro de Sudáfrica 2010.
Para las dos plazas restantes (la que clasifica directamente y la que otorga el derecho jugar el repechaje con el cuarto de la eliminatoria de CONCACAF -por ahora es Costa Rica-) hay cinco equipos: Argentina, 22 puntos y +2 de diferencia de gol; Colombia, 20 y -2; Ecuador, 20 y -4; Uruguay, 18 y +6 y Venezuela, 18 puntos y -7 goles de diferencia.
De estos cinco conjuntos, los únicos que se pueden considerar triunfadores tras la 15a. fecha son Colombia (superó 2-0 a Ecuador, su rival directo en la pelea por la clasificación) y Venezuela, que rescató un punto de oro en su visita a Santiago de Chile.
El resto, de una y otra manera, alternaron entre la vergüenza y el papelón deportivo.
Argentina fue un equipo entusiasta para ir a buscar la ventaja ante Brasil, pero chocó frontalmente contra varios ítems:1) Su incapacidad para desequilibrar la defensa rival de manera coordinada, sin depender de alguna patriada individual.2) Su inseguridad defensiva alarmante. Maradona, insólitamente, decidió probar una dupla central debutante justamente ante Brasil (Domínguez y Ottamendi, los zagueros de Vélez) y fue una catástrofe.3) La falta de identidad definida del equipo. Salvo Verón -la figura argentina- el resto no sabe muy bien para qué está en la cancha.4) Los caprichos del entrenador que ya empiezan a fastidiar por demás: ya fue mencionado lo de la dupla central y podemos enumerar la inclusión de Dátolo, el doble cinco con Verón y Mascherano, Heinze de marcador de punta izquierda y el antojo de no poner ni entre los suplentes al Licha López y no convocar al Pipita Higuaín. Maradona se está cavando su propia fosa y en ella está enterrando las ilusiones de todos los argentinos.
Para las dos plazas restantes (la que clasifica directamente y la que otorga el derecho jugar el repechaje con el cuarto de la eliminatoria de CONCACAF -por ahora es Costa Rica-) hay cinco equipos: Argentina, 22 puntos y +2 de diferencia de gol; Colombia, 20 y -2; Ecuador, 20 y -4; Uruguay, 18 y +6 y Venezuela, 18 puntos y -7 goles de diferencia.
De estos cinco conjuntos, los únicos que se pueden considerar triunfadores tras la 15a. fecha son Colombia (superó 2-0 a Ecuador, su rival directo en la pelea por la clasificación) y Venezuela, que rescató un punto de oro en su visita a Santiago de Chile.
El resto, de una y otra manera, alternaron entre la vergüenza y el papelón deportivo.
Argentina fue un equipo entusiasta para ir a buscar la ventaja ante Brasil, pero chocó frontalmente contra varios ítems:1) Su incapacidad para desequilibrar la defensa rival de manera coordinada, sin depender de alguna patriada individual.2) Su inseguridad defensiva alarmante. Maradona, insólitamente, decidió probar una dupla central debutante justamente ante Brasil (Domínguez y Ottamendi, los zagueros de Vélez) y fue una catástrofe.3) La falta de identidad definida del equipo. Salvo Verón -la figura argentina- el resto no sabe muy bien para qué está en la cancha.4) Los caprichos del entrenador que ya empiezan a fastidiar por demás: ya fue mencionado lo de la dupla central y podemos enumerar la inclusión de Dátolo, el doble cinco con Verón y Mascherano, Heinze de marcador de punta izquierda y el antojo de no poner ni entre los suplentes al Licha López y no convocar al Pipita Higuaín. Maradona se está cavando su propia fosa y en ella está enterrando las ilusiones de todos los argentinos.
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