La actuación de Armando Galarraga pasó a la historia, pero no como el juego perfecto 21 en la historia de las Grandes Ligas, sino por ser una de las injusticias más grandes en este deporte.
El mundo del beisbol se conmocionó ante el fallo del árbitro de primera, Jim Joyce, quien cantó quieto a Jason Donald, el potencial out 27 en la joya del pitcher venezolano. Joyce, árbitro de Grandes Ligas desde 1989, rompió el libreto, y por más disculpas que ofrezca, ya el daño está hecho.
El diario NY Times en su edición de hoy, catalogó lo de Joyce como el error más grande hecho por un árbitro de Grandes Ligas, desde el noveno inning del sexto juego de la Serie Mundial de 1985. En ese entonces, el también juez de primera, Don Denkinger, cantó quieto a Jorge Orta, pelotero de los Reales de Kansas City. La repetición mostró que el pitcher de los Cardenales de San Luis, Todd Worrell, tenía el pie sobre la base antes de la llegada del corredor. San Luis se desboronó luego y perdieron el clásico de octubre.
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